jueves, 27 de octubre de 2016

Actividad 2

El texto folclórico 


Introducción a la actividad
Esta actividad y el trabajo de los textos presentados está planteado para una clase de 5º de Primaria. Aparentemente se puede considerar que algún cuento resulta “demasiado infantil” para estas edades. Sin embargo, pienso que la adecuación a la edad dependerá de los objetivos y profundidad que queramos lograr en este trabajo.
Como he referido en la entrada anterior, según María Angeles Melero, la etapa escolar entre los 7-12 años es caracterizada por la definición de la amistad y de valores como la cooperación y ayuda recíprocas. Una amistad es valorada por la buena voluntad, compañerismo y confianza que se traduce en gestos concretos vinculados a gustos y favores. 
Por otro lado, todo el simbolismo que nos es transmitido a través de los cuentos es muy importante, por ello tenemos muy presentes las palabras de Bettelheim: “Si deseamos vivir, no momento a momento, sino siendo realmente conscientes de nuestra existencia, nuestra necesidad más urgente y difícil es la de encontrar un significado a nuestras vidas.(…)” Y el significado y sentido de nuestras vidas se construye, muchas veces mediante símbolos, metáforas y cuentos que nos ayudan a transcender y profundizar en la realidad que nos envuelve.
Para ello, habrá que proporcionar experiencias y momentos en que el niño pueda ir creciendo, madurando, trascendiendo esas mismas barreras de lo aparente e ir construyendo el sentido de su existencia.

Desde esta perspectiva se proponen el trabajo de tres cuentos:

  • La reina de las abejas;
  • Los siete cuervos;
  • El Ruiseñor;



Textos folclóricos
El folclore, o tradición cultural, hace referencia a diferentes aspectos de la cultura popular. Sea de índole pagana o religiosa, el folclore se fue manifestando a lo largo de los siglos caracterizado por su anonimato, su transmisión oral y la multiplicidad de variantes de las diversas canciones, retahílas, leyendas, cuentos, etc. adaptadas a las distintas culturas a que llegaban.
El folclore era el medio para transmitir los valores del pueblo y, por ello, éste trata de temas importante pero que, con el pasar del tiempo, la sociedad lo fue remitiendo al público infantil debido a su sencillez y como mero divertimiento.
Ante esto, quizá se nos presenta un nuevo reto. Rescatar el folclore y descubrir sus mensajes, ideas y valores y tratarlos con la dignidad que se merecen, teniendo presente que son herencia de otras gentes que fueron aprendiendo a vivir y lo compartieron con aquellos que tenían a su alrededor.

Análisis de los textos
La Reina de las Abejas
(Leer el cuento)

He optado por este cuento por los distintos contextos que se presentan. En este podemos percibir referencias al contexto familiar y a la relación entre hermanos o entonces entre mejores amigos; también se puede trabajar la relación de los niños con la naturaleza. Enlazado con los temas a abordar, se pueden relacionar valores como la sensibilidad, respeto, presencia y cuidado de los demás y de la naturaleza.

Cambios
Pienso que la estructura del cuento y su vocabulario podrá ser seguido por los alumnos de 5º. En él no veo necesarios cambios a efectuar en el texto.

Contexto
Más que una época determinada del año creo que sería importante ambientar este cuento.
Para ello una de las posibilidades sería poner música ambiente como por ejemplo esta:
Con vistas a provocar el diálogo, a la hora de contar este cuento se pueden usar emoticonos, en que cada uno represente un personaje e incluso los animales que van interviniendo.  
A medida que el maestro va contando el cuento va mostrando los emoticonos cada vez que interviene un personaje. O bien, se puede interactuar con la clase dando a algunos alumnos estos emoticonos, ya sea en mascarilla o un sencillo papel, en que tendrá que levantarse, obligando a que los alumnos estén atentos y vayan siguiendo la historia de una forma interactiva. 



Cuestiones
Al terminar el cuento nos reuniríamos en círculo con los emoticonos en el medio y con la música de fondo tocando. En este ambiente comenzamos el diálogo.
Las preguntas están redactadas pero también sujetas a cualquier modificación o adaptación dependiendo del diálogo que pueda surgir en clase.

 ¿Qué personaje os gusta más?
A la primera vista puede parecer una pregunta con respuesta obvia, ¡cualquier niño escogería “El bobo”! Sin embargo, puede que la respuesta no sea tan clara y pueda haber perspectivas distintas.
En lo que respeta al maestro, le cabe escuchar y estar atento a cada intervención.

¿Por qué razón tuvo “El bobo” tantas ayudas?
Desde esta pregunta podemos conducir el diálogo al tema de los valores y actitudes que perciban en el texto.

¿Os parece bien el nombre de “El bobo”? Si os apetece podemos cambiarlo.
A raíz de la reflexión que se haya hecho re-bautizamos a “El bobo” intentando que todos lleguemos a un mutuo acuerdo.  

Simbolismo
Una lectura profunda de este cuento nos llevaría a un análisis complejo de la estructura de la personalidad. Sin duda, cada personaje, situación, animal mencionado es símbolo de algo más profundo.
¿Cómo es posible que el hermano más tonto pueda llegar a tener mejor vida que los otros dos?
Podemos establecer relaciones como lo hace Betterlheim, basándose en Freud, atribuyendo el Ello a los hermanos y relacionando El bobo con el Yo. También a partir del análisis transaccional de Eric Berne podríamos considerar a los hermanos como Niño y a Bobo como adulto, es decir, los hermanos representan un estado de madurez en que se dejan llevar por sus impulsos e insensibilidad no sopesando las consecuencias de sus actos y El bobo la persona madura cuya personalidad está integrada, capaz de discernir y actuar con responsabilidad a la hora de afrontar los desafíos de la vida, representados por las tres tareas.
A la hora de trabajar el cuento con los niños habrá que discernir qué aspectos o profundidad se dará a la reflexión.
Se podrá también poner en relación la sensibilidad, respeto, presencia y cuidado de los demás y de la naturaleza. La naturaleza puede ser relacionada con los tres animales en que se representan los tres elementos: hormiga-tierra; patos-agua; abejas-aire.


Los siete cuervos
(Leer el cuento)

A veces, la impaciencia, la falta de calma nos lleva a experimentar emociones que se revelan poco beneficiosas en nuestras relaciones. Este cuento nos da ejemplo de ello con un padre que, “furioso por tener que esperar, grita: «Deseo que todos mis hijos se conviertan en cuervos», cosa que ocurre inmediatamente.” (Bettelheim, 2012) ¿Cuántas veces surgen conflictos por una mala palabra o por ceder a la presión del momento? Evidentemente que no podemos exigir a los alumnos que sean plenamente conscientes de sus emociones, eso es un trabajo que lleva toda la vida, pero sí educar poco a poco en esta toma de consciencia, la cual conllevará a una mejora de las relaciones y bienestar personal.

Cambios
Creo que el lenguaje y los giros usados en el texto son adecuados al lenguaje del niño. Por lo tanto, no veo necesarios cambios a efectuar en el texto presentado. Sin embargo, con vistas al contexto y forma de contarlo que propongo, se podrían hacer ligeras descripciones de los personajes, la casa, el pozo, etc.

Por ejemplo: “Tomaron sus baldes y partieron corriendo, tan deprisa cuanto pudieron atravesando el pueblo hasta llegar el pozo. Estaban ansiosos por ayudar a su padre, y en su ansiedad, cada uno quería ser el primero en hundir su balde en el pozo. Un pozo de piedra, un poco alto para ellos…”


Contexto
Como ejemplo de contextualización, creo que sería interesante leer, escuchar y dialogar sobre este texto en un momento en que la clase esté trabajando por grupos u otra dinámica en que implique interacción entre los alumnos y exija de estos expresar sus ideas y exponer sus gustos, deseos y capacidades. 
Antes de empezar a contar el cuento haremos una relajación poniendo una música tranquila, pidiendo que, si hay espacio, se tumben o entonces apoyen la cabeza en sus brazos sobre la mesa. Posiblemente alguno se duerma pero no hay problema. Invitamos a que cierren los ojos e imaginen el pueblo, la gente, el sitio donde se encontraba la casa de la familia, etc. A partir de aquí empezamos el cuento.

Cuestiones

Al terminar el cuento distribuiremos la imagen de la familia en una hoja para que cada alumno pueda contestar a las preguntas en la parte detrás. De esta vez damos tiempo a que puedan contestar y registrar sus respuestas. El maestro deberá decidir si va debatiendo pregunta a pregunta o deja un tiempo para que contesten a todo y después abre el debate.


¿Sabes que es maldecir? ¿Y bendecir? ¿Hay algún ejemplo en el texto? 
Antes de ir directamente al texto y a las actitudes de cada personaje se cuestionan sobre algunos conceptos relacionados con el texto. 

¿Qué opinas de la actitud de la niña? 
Con esta pregunta, se intenta reconducir el diálogo a las ideas de constancia, esfuerzo, positivismo que se revelan en la actitud de la niña en la última parte del cuento. 

¿Tienes algún deseo? 
Esta pregunta es un intento de relacionar el cuento con la experiencia y vida del niño. 

Piensa en un amigo o una amiga. ¿Qué deseas para él o para ella? 
Sin preguntar por nombres invitamos a que, solamente escribiendo en el papel, también bendigan a sus amigos y manifiesten emociones positivas hacia ellos.



Simbolismo
Quizá resultaría interesante centrarnos en el deseo del padre que desencadena toda la historia. En este caso, el padre, dejándose dominar por el nerviosismo y la rabia, desea el mal de otros, algo que provoca problemas, la transformación de los hijos, pero que, de cierto modo, fue algo temporal pues con la buena voluntad, las buenas acciones, la constancia y esfuerzo sus hijos vuelven a casa. 
Los siete cuervos es un cuento que invita a la paciencia, al positivismo y a controlar las emociones negativas.


El Ruiseñor
(Leer el cuento)

“Yo no puedo anidar ni vivir en el palacio, pero permíteme que venga cuando se me ocurra; entonces me posaré junto a la ventana y te cantaré para que estés contento y reflexiones. 
Te cantaré de los felices y también de los que sufren; y del mal y del bien que se hace a tu alrededor sin tú saberlo. Tu pajarillo cantor debe volar a lo lejos, hasta la cabaña del pobre pescador, hasta el tejado del campesino, hacia todos los que residen apartados de ti y de tu Corte. Prefiero tu corazón a tu corona...”


Puede parecer una broma pero no escogí este cuento por mi nombre. Aunque daría juego a la hora de presentarlo. “Hubo un tiempo en que yo era, además de Rui, Ruiseñor.” Y seguiría…

Este cuento me resultó especialmente emocionante. Es un cuento que nos habla de los detalles, de distintas riquezas, de esencias y, nos lleva a recordar, el instinto de atrapar todo esto. En definitiva, nos habla de aquello que nos da vida, de intimidad, de profundidad…de ser. 
Os invito, de veras, a leerlo.

Cambios

Aunque este cuento pueda ser un poco largo tampoco he decidido, para bien o para mal, no cambiarlo a nivel de extensión y detalles. Por otro lado, cuanto al narrador, lo contaría en primera persona en el intento de centrar la atención de los alumnos. 


Contexto
Utilizaría este cuento para trabajar la autoestima, la sencillez, la modestia, la humildad como valores potenciadores de nuestras capacidades y creatividad. Quizá puede ser complicado enfocar el trabajo desde aquí, pero como maestro cabe intentarlo. 

Una vez más, se pondría una música de fondo. La clase se sentaría en círculo dejando un espacio libre de modo a que el maestro pueda interactuar con los alumnos. Es decir, en este caso en el centro se colocaría imágenes que hicieran referencia a los datos que el maestro vea oportunos a medida que leyera el cuento. Por ejemplo, el mapa de china, la imagen de un emperador, un ruiseñor, una familia china, una orquesta, etc. 


Cuestiones
Para establecer el diálogo en clase, haremos a modo de juego. Tendremos un pájaro de peluche que dará la palabra. Empieza el maestro haciendo la pregunta y después pasa el pájaro a quien quiera.

¿Qué preferirías tener? ¿Un ruiseñor auténtico o uno artificial? ¿Por qué?

Pienso que con estas preguntas, que se hacen una, se puede establecer un diálogo interesante. Evidentemente el maestro tendrá que guiar el diálogo con otras “mini-preguntas”. 

Si fueras tú el ruiseñor, ¿cómo te gustaría ser? Escríbelo en el papel.

Al final del diálogo se dará un pájaro de papel que tendrán que rellenar contestando a esta pregunta.

Simbolismo
En este cuento me gustaría centrarme en el simbolismo que representa la intervención del ruiseñor y del ruiseñor mecánico, pues, creo que es central y de estos emana casi todo lo demás. 

Podemos destacar la capacidad de asombro de los hombres ante lo bello y sorprendente en que en un principio era misterio y después se hizo realidad y verdad a la vista de todo el pueblo. Cabe destacar el valor de la sencillez y la humildad dado que es la gente humilde los primeros que se dan cuenta de la presencia del ruiseñor. A raíz de esto, también el cuento nos muestra la tendencia a poseer en un “querer hacer suyo” el ruiseñor por parte del emperador. Un egoísmo sutil que se inclina por dominar, atrapar, casi obligando que este se ponga a su servicio. 

También podemos destacar la autenticidad cuando, en el cuento, son presentadas las limitaciones del ruiseñor artificial, que se puede considerar una descripción de las máscaras que intentan sustituir lo auténtico. 
Como último subrayado, me gustaría hacer referencia a la gratitud manifestada por el ruiseñor cuyo cual no necesita nada más que “las joyas” que brotan de lo más profundo del corazón del emperador, sus lágrimas.  

En definitiva, el ruiseñor nos da ejemplo de que lo auténtico, lo íntimo, lo profundo del ser de cada uno es fuente de libertad y felicidad que, como pasó con el emperador, nos orienta y nos devuelve a la vida para disfrutar de cada mañana.

Conclusión
Buscar, leer y aventurarme en la comprensión de estos textos fue, para mí, un hallazgo. Sobre todo porque me hice consciente de lo complejo que puede ser la interpretación de un cuento y para que esta sea plena hay que dotarse de diversos conocimientos y ser capaz de mirar un poco más allá de lo escrito. 
Sin duda, para un maestro, es un desafío ir más allá de “contar un cuento”. En este caso creo que, para interpretar bien lo que tenemos delante y lograr los objetivos que nos propongamos, no “podemos vivir del cuento”. (Paradójico, ¿no?) Sino que nos exige bucear, contextualizar, conocer cada detalle para que no nos centremos en aspectos secundarios pero sí podamos ir a lo esencial de una forma adecuada a los niños a que se destinan los textos. Una auténtica exégesis esta tarea.
Reconozco que elegir tres cuentos puede ser una pobreza cuanto a variedad pero he disfrutado de la tarea y, sobre todo, de la búsqueda y selección previas.



Bibliografía

Literatura española, literatura infantil y educación literaria Apuntes Bloque 2

Ángeles Melero, M., & Jesús Fuentes, M. (1992). Las amistades infantiles: Desarrollo, funciones y pautas de intervención en la escuela. Investigación en la escuela.

Bettelheim, B. (2012). Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Barcelona: Planeta.


3 comentarios:

  1. Hola Rui,

    Desde un primer vistazo a tu blog me parece interesante y me dan ganas de leerlo. Me parece un blog muy limpio, con imágenes y cambios de colores en los apartados. Un elemento muy positivo para dar ganas a los lectores para leerlo.

    En la primera línea has escrito: “los textos presentados está planteado…” y se escribiría así “los textos presentados están planteados...” En los Textos Folclóricos, en el segundo párrafo sería en vez de “importante”, es “importantes”. Supongo que estas faltas son por despistes.

    Me gusta mucho la introducción que haces y cómo has enlazado con la actividad anterior dando lugar a la justificación de la edad de los niños para los textos. Otro elemento general, es que añadiría una breve bibliografía de los autores de los cuentos con una imagen suya para conocerlos y saber de ellos.

    Para situar a los lectores en los cuentos, a parte del enlace, añadiría un breve resumen de cada cuento antes del análisis de cada uno.

    Me parece un buen análisis el primer cuento, sobre todo añadiendo ejemplos o dónde has visto cada elemento, me gustan la idea de los emoticonos porque permite que los niños se identifiquen con ellos y a su vez con los personajes del cuento.

    Con respecto al segundo no tengo nada que añadir, está todo bien pensado y analizado desde mi punto de vista.

    En el último tampoco tengo nada que decir, tan solo que me ha parecido un elección muy interesante.

    En general he de decir que has comentado todo lo que había que decir o analizar sobre cada cuento. Has sabido definir el folclore y saber su importancia e introducirlo en el aula. La única cosa que he de decir es que la edad que escoges la refuerces más en relación con las capacidades que tienen los niños o de su desarrollo psicológico. Con añadir una frase o dos sobre ello estaría perfecto.

    Enhorabuena por tu comentario de Blog. Espero haberte ayudado con lo que te he comentado.
    Un Abrazo.

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  2. Un trabajo excelente, Rui. Se nota que te mueves a tus anchas por el mundo de los símbolos y seguro que lo has tenido en cuenta a la hora de hacer la selección.
    Solo hay una cuestión que no me gusta: el uso de emoticonos DURANTE la narración. Si los niños son de 5º y tú no cuentas la historia rematadamente mal, sabrán perfectamente de qué hermano se está hablando... por lo que los emoticonos están de sobra. Si los niños de EI son capaces de escuchar cuentos sin imágenes ¡cómo no van a serlo los que ya tienen 10 años! En el caso de que sean ellos los que tengan las máscaras o las tarjetas, van a estar más pendientes de usarlas que de la narración y todo se interrumpirá y se perdará la atención.
    Cuando cuentes, simplemente cuenta. Que los niños permanezcan atentos y comprendan la historia solo tiene que depender de la selección (y, si es necesario, la adaptación) y del narrador.

    Tu actividad está perfecta. Si modificas eso, será de 10.



    No me convence tampoco lo de pasar el pájaro de peluche... aunque esto ya no tiene que ver con la literatura ni con el folclore ni con las formas de transmisión literaria.
    Cuando se establece un diálogo, ha de haber agilidad, flexibilidad, movilidad... si hay que pasar un objeto para dar la palabra, todo se ralentiza y se potencia lo que se llama "monólogo individual en un contexto comunicativo social". Los niños, en lugar de escuchar y responder a los demás, contrastar ideas, etc... cuando cogen el objeto, tienden a centrarse en la comunicación egocéntrica ya que tardarán en volver a poseerlo y, por tanto, en volver a participar.
    La televisión nos tiene acostumbrados a que un diálogo entre varios contertulios es igual a la suma de diferentes aportaciones individuales, pero eso no es realmente una comunicación social sana a la que hay que aspirar y que hay que trabajar y gestionar desde 1º de EP. Todo esto lo veremos en Didáctica de la Lengua. Como no sé si tú estás matriculado en esa asignatura, te adelanto esta explicación.

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