viernes, 30 de septiembre de 2016

¡No quiero que me quiten la escayola!" Actividad 1

Título: ¡No quiero que me quiten la escayola!
Autor: Carlos Álvarez de Eulate
Ilustrador: David Guirao Tarazona
Editorial: Mira Editores
Fecha 1ª edición: noviembre 2009
Edad en que me baso para hacer el análisis: 8-10 años

Motivación



El hecho de que esta primera actividad sea llevada a cabo sobre este libro se debe, esencialmente, al consejo de la profesora de la asignatura. Después de dejarme aconsejar, tengo que decir que “No quiero que me quiten la escayola” resultó en una lectura agradable y sorprendente.
“No quiero que me quiten la escayola” es escrito por Carlos Álvarez, profesor del Colegio La Salle Montelín de Zaragoza, es un escritor con experiencia en el ámbito de la enseñanza y también en la formación de profesorado. Carlos es acompañado en este libro por el ilustrador David Guirao, zaragozano, también con amplia experiencia en la ilustración de literatura infantil y juvenil.
En lo referente a mi experiencia personal, he disfrutado de esta lectura por volver a las pocas y pequeñas páginas y sentirme tentado a leer entre líneas, entrando yo también en el libro, identificándome con él y sus personajes y recordando mis propias experiencias.
Cuanto al análisis del libro, este es elaborado partiendo de la hipótesis de que el libro está orientado a lectores cuyas edades estarían comprendidas entre los 8-10 años, tomando como referencia las etapas evolutivas definidas por Piaget, la cual se enuncia como “Etapa de las operaciones concretas”, que se define entre los 7-12 años y en la que se desarrollan las inferencias en la realidad, el pensamiento reversible, concreto, descentración del pensamiento. En esta línea de análisis, en estas edades la socialización, en concreto la amistad, toma un gran sentido y, en gran medida, se torna un factor condicionante en la toma de decisiones, gestión de tiempo libre, gustos, etc.
De esta forma, a grandes rasgos, el libro transporta el lector a hechos y experiencias reales con las cuales puede conectar fácilmente. En este sentido será un punto muy importante en este análisis y, en un presente o futuro, un factor que puede resultar útil al profesor para trabajar ciertos valores en clase.  


Formato:
El libro, a simples vista, para un lector de las edades en que se centra este análisis, puede resultar poco atractivo. Esto se debe que, a pesar de que la ilustración de la portada exprese el título del libro, esta es poco clara y dotada de colores oscuros obligando el niño a hacer un esfuerzo extra para deducir que le está transmitiendo. Al observar las palabras presentes en la portada, se llega a la conclusión que el nombre del autor y del ilustrador son más visibles que el propio título, un aspecto que se suma al de la ilustración. 



Al hojear el libro, este me parece muy cómodo y al mismo tiempo resistente lo suficiente para aguantar un viaje, un recreo o una lectura compartida. 



En lo referente al trabajo del ilustrador David Guirao, cada capítulo es acompañado por una imagen al inicio de estos. Desde mi perspectiva pienso que las ilustraciones transmiten la idea fundamental del capítulo pero dejando espacio a la imaginación del lector. A pesar de que éstas hayan sido dibujadas o impresas solamente a dos colores y eso dificulte la percepción de las emociones expresas en el texto también creo que puede ser interesante para los lectores de estas edades que estas sean trazadas a lápiz dejándoles espacio a su imaginación. En el ámbito de la ilustración también destaco los dibujos de los compañeros de Lola en su escayola; el hecho de que estos estén al revés permiten que el lector ese espacio con Lola desde su propia perspectiva además del texto. 

Pienso que la combinación tipográfica presentada a lo largo del libro es adecuada y atrayente para el lector. Sin embargo, el espaciado, interlineado y márgenes escogidas aglutina las palabras de tal forma que el lector puede casarse rápidamente de leer. En definitiva, las primeras sensaciones juegan un papel importante porque, en parte, condicionarán el niño hacia la posterior lectura. De este modo, la portada, las ilustraciones y la tipografía son un aspecto significativo para atraer el interés del niño.


Contenido:


Tema 

El tema principal, enfocándolo en las edades propuestas, podría ser la capacidad de adaptación a las distintas situaciones que van surgiendo en el día a día y la superación positiva de estas. En esta etapa en que todo su día es movimiento y contacto con otros centrado en actividades muy concretas, la situación que se presenta se torna ideal porque engloba distintos ámbitos y posibles cambios que se pueden dar en éstos, como, por ejemplo, en el tiempo libre, relaciones, estudios, etc. 

A raíz del tema, se puede considerar como tema secundario se puede considerar el tema de la amistad. Es frecuente escuchar a un niño en estas edades decir “es mi mejor amigo.” La amistad se define como una relación que estrecha lazos, que es recíproca y voluntaria y que implica una aceptación mutua donde se cultiva el cuidado, la seguridad y el afecto. En la etapa en que nos centramos “la amistad se define por la cooperación y ayuda recíprocas debido a que los amigos se perciben como personas que se ayudan unas a otras para lograr objetivos comunes.” (Ángeles Melero & Jesús Fuentes, 1992)

Teniendo esto en cuenta, el libro presenta situaciones o relaciones muy comunes, como, por ejemplo, las riñas más suaves con el hermano, la ayuda en la clase de matemáticas o en el recreo.

Estructura: 
“No quiero que me quiten la escayola” se presenta con una sencilla estructura lineal, en la cual hay un planteamiento, nudo y desenlace y cuyo final presenta una situación nueva para Lola.


Protagonista:
La protagonista corresponde al momento evolutivo en que se encuentran niños con la edad planteada. Por lo dicho en puntos anteriores, a lo largo del texto los lectores podrán sentirse identificados con expresiones, vocabulario, modos de actuar o pensar sobre aquello que les rodea (situaciones novedosas, relación con los padres/familia, relación con los amigos, …)


Los demás personajes:

Juan: ¡su mejor amigo! Un amigo que invita a Lola jugar cuando nadie quiere jugar con ella; un amigo que permanece cuando, al hacer amistad con las otras niñas de clase, Lola lo deja de lado por una temporada. Es un personaje que ayuda, colabora y busca el bien estar. En este sentido, resulta un personaje al cual admirar y tomar ejemplo, teniendo en cuenta lo importante que es su actitud en estas edades. 


Profesor Javier: resulta interesante analizar este personaje, pues no es un maestro perfecto, sino que en diversos momentos son presentados sus fallos, sus modos y formas de hacer. Es decir, representa un personaje profundamente humano que es capaz de establecer lazos, incluso de cariño y ternura, para con sus alumnos y, en concreto, con la protagonista. Para un niño, este personaje se puede tornar referente y deseo por un maestro cercano y empático como el que es presentado en el texto.


Madre: El autor presenta una madre y una situación típicas coincidiendo con la descubierta de los contrastes de comportamientos que resultan ser una sorpresa para el niño que los vive. En este caso, Lola se sorprende que no recibiera una bronca por haber caído o que estropeara los pantalones. De la parte de la madre se revela el cuidado, la comprensión y la preocupación por el bien estar de, en este caso, la hija. Para el niño, dependiendo en qué fase de desarrollo se encuentre, este personaje puede hacer cuestionar el lector sobre cómo es su madre u otra figura de autoridad y con ello experiencias vividas.

Padre: A pesar de solamente aparecer algunas veces puede transmitir al lector el cuidado y atención.

Hermano Luis: Es una relación que cambió de forma o modo. Luis, el típico hermano infantil y que siempre la “está liando” se vuelve atento, cariñoso por medio de las circunstancias que se presentaron. El lector podrá identificarse con este personaje tanto en la propia piel como en la relación con un hermano, primo o amigo.

Lolita: La chica lista y popular de clase y, de la misma forma que pasa con el hermano, los lectores podrán identificarse o reconocer fácilmente este personaje. También toma suma importancia para Lola el desarrollo de esta relación una vez que le abre las puertas a hacer otras cosas, a mejor en los estudios y a ampliar sus relaciones con otros.

Personajes Médicos: los personajes que intervienen en el hospital, aunque sea por poco tiempo, también transmiten la visión y experiencia de un niño en el hospital y sus trámites. Esto puede ser interesante para el lector siéndole útil para futuras experiencias o para releer experiencias vividas.

Valores y contravalores:
La escayola se revela, para Lola, una oportunidad para vivir y aprender más sobre la amistad. Por medio de Juan, que permanece y es todo entrega y dedicación para Lola, se manifiesta la amistad cuidada y de buena voluntad; a través de Lita se expresa la novedad, la dependencia hacia los demás, la necesidad de establecer nuevas amistades. Con Juan y Lita, se asiste a la comprensión, al respeto por el espacio y gustos del otro, siendo ejemplo del respeto, apoyo e inter-ayuda con que se construye la amistad.
Cabe destacar el tesón que tiene Lola por aprender y practicar con las muletas y la capacidad de sacar lo positivo de las situaciones adversas.
Los cambios en el ámbito familiar también son importantes en el desarrollo y experiencia de Lola, y a su vez para los lectores. La relación con los padres y hermano va creciendo en cariño y cuidado provocado, una vez más, por la situación en que se encontraba Lola.

Lenguaje:
Pienso que el lenguaje empleado en el texto es lo adecuado para los niños en que enfocamos el análisis, dado que el texto se desarrolla en un discurso directo y en que el narrador se expresa en primera persona, con frases y párrafos cortos sin que estos se hagan muy extensos y permitiendo que el lector pueda mantener su atención.  
De la misma forma, el vocabulario y expresiones utilizadas resultan cercanas al lector, dado que son palabras y estructuras muy recurrentes por los niños de estas edades.
Es interesante fijarse en las expresiones utilizadas por el autor.
A través de estas se puede trabajar la subjetividad y el sentido figurado, “mi corazón empezó a latir a mil por hora”; “está más sorda que una tapia”; “comí un chocolate con churros en menos que canta un gallo.”
A lo largo del texto se expresan sentimientos y emociones, ya sea por toma de consciencia de Lola o que ésta se da cuenta de cómo están los demás. Esto permite al niño identificarse con algunos de estos estados emocionales e incluso recordar otras experiencias de su día-a-día.
Otro punto destacable es tema de la tecnología en que, por medio del ordenador, móvil o la TV, se normaliza el uso de estos aparatos e incluso se detalla algunos aspectos a nivel de vocabulario y procesos. En definitiva, el texto es actual y perfectamente contextualizado en la vida cotidiana de un niño de 8-10 años.

Conclusión:

A modo de conclusión, se puede llegar a afirmar que el libro es apropiado para trabajar en clase, tanto el tema de nuestras inseguridades y capacidad de vivir en positivo como nuestras amistades y relaciones con los compañeros de clase y familia. En ambos juega un papel importante el mundo emocional. Para trabajar este libro y estos ámbitos se puede crear en la clase un ambiente de debate donde los niños compartan sus propias experiencias a raíz de lo que han leído, dado que es ahí donde el maestro puede observar a sus alumnos y asistir y escuchar sus propias experiencias en ese “canto a la amistad, uno de los sentimientos que más necesitamos y que hay que construir, cuidar y compartir, día a día, con las personas que más queremos.” 

Bibliografía

Ángeles Melero, M., & Jesús Fuentes, M. (1992). Las amistades infantiles: Desarrollo, funciones y pautas de intervención en la escuela. Investigación en la escuela.